Carta de amor a una Mantis religiosa







Y aunque sé que es mi muerte,
heme aquí, mi santateresa,
aguardando fiel al fin de tu yantar
de molleras huéspedes
de aquellos que sin pudor
quisieron tenerte sin respeto,
para ofrecerte esta testa mía,
que no reclama más que
morir en tus brazos,
previa humilde y última hombría
de ser el difunto padre
de tus descendientes.



© Ventura Panisse
 


Comentarios

Entradas populares